Canónigo Vit - semillas no tratadas

Los Canónigos Vit son una variedad francesa de altísima calidad, productiva durante todo el año y resistente al frío y al mildiu. De sabor suave y delicado, con algunas notas de nuez y menta. Es una planta vigorosa con hojas largas y ovales en color verde brillante. Es ideal para ensaladas o como sustituto de las espinacas. Las semillas que te ofrecemos de esta variedad son Ecológicas.

La siembra es desde finales de verano hasta el otoño tardío. Se siembra en intervalos quincenales directamente en su lugar definitivo. Hacemos surcos separados a 15 cm de distancia entre sí, sembramos las semillas esparcidas por los surcos, a 1 cm de profundidad y las cubrimos ligeramente con tierra. Se dan en cualquier clima aunque agradecen los suelos húmedos y más fríos, por ello debemos regar bastante, sobretodo las plantas jóvenes y en épocas de sequía.

Estarán listos para recolectar cuando les hayan salido 4 hojas verdaderas. Debemos coger las hojas exteriores según necesitemos con un cuchillo, cortando un poco por encima de la base de la planta. De esta manera, seguirá produciendo hojas nuevas. Debemos lavar las hojas muy bien antes de su consumo.

Los canónigos son deliciosos con una lluvia de aceite de oliva y unas gotas de limón o en ensalada de setas y cebolla roja. Los franceses los usan tradicionalmente con remolacha y nueces cocidas. Son un buen sustitutivo de la lechuga o las espinacas, parecidos a la rúcula. La podemos conservar en una bolsa de plástico o “film” un máximo de dos semanas, pero no las debemos lavar hasta el momento antes de servir o cocinar.

Tienen muchos nutrientes, beta-caroteno, vitaminas A, B6 y, E, potasio, fósforo, ácido fólico, y Omega-3, poseen tres veces más vitamina C que la lechuga y un tercio más de hierro que las espinacas. Los canónigos son digestivos y a la vez depurativos. Fortalecen los huesos, cabello, dientes y uñas. Son muy buenos para la vista. Tienen cierto poder relajante al provenir de la misma familia que la Valeriana.

Su peculiar nombre tiene su origen en los antiguos monasterios donde los clérigos los consumían habitualmente.