El Nabo Purple Top Milan es una variedad tradicional italiana de antes de 1888, que sigue siendo muy popular. Es una variedad muy bonita, con raíces planas de color blanco cremoso y hombros púrpura brillante. La carne interior es blanca, muy suave, dulce y de agradable sabor.
El Nabo Purple Top Milan es una variedad tradicional italiana de antes de 1888, que sigue siendo muy popular. Es una variedad muy bonita, con raíces planas de color blanco cremoso y hombros púrpura brillante. La carne interior es blanca, muy suave, dulce y de agradable sabor. Las semillas que te ofrecemos de esta variedad son Ecológicas.
La raíz es de tamaño medio, aplastada de unos 10 cm de diámetro. Es una variedad temprana, de rápida maduración. Que apenas necesita mantenimiento.
La siembra es de primavera a verano (o desde febrero si se protegen del frío), en un lugar con sombra parcial. Sembramos las semillas a 1 cm de profundidad y a lo largo de filas separadas entre sí unos 15 cm, para que las raíces al crecer no se toquen. Las filas deberán estar separadas unos 20 cm. Si sembramos cada dos semanas, tendremos nabos de manera continuada durante más tiempo. Los nabos son un cultivo fácil sin apenas mantenimiento, solamente tenemos que regar bastante en épocas de sequías y eliminar las malezas que salgan alrededor. Debemos cosechar todos los nabos antes del comienzo de las heladas.
Madurará en 35-45 días después de sembrar. El Nabo Purple Top Milan, puede cosecharse en cualquier tamaño, pero normalmente se empieza a recoger cuando tienen 3-5 cm. Debemos cosechar de todas formas cuando tienen unos 10 cm porque si dejamos crecer más su sabor y calidad se reducen. Para recoger las hojas, las cortaremos con un cuchillo, para cosechar la raíz, tiraremos de las hojas hacia arriba. Para almacenarlos podemos pelarlos, cortarlos y hervirlos unos 2 min. Una vez bien escurridos y secados podemos congelarlos en bolsas de plástico.
Podemos comerlos crudos, ya que son muy tiernos, una manera típica de servirlos es rallados entre las hojas de las ensaladas. En zumos y caldos son muy sabrosos y además remineralizantes. Las podemos cocinar como las patatas: fritos, en guisos, gratinados, cocidos, asados en pure, etc. Las hojas del Nabo también son comestibles y tienen un sabor dulce cuando son jóvenes. Las puedes usar crudas en ensaladas o cocinar como cualquier otro vegetal. Están deliciosas cocinadas con patatas, cocidas o incluso en tortillas.
Tanto las raíces como las hojas son ricas en vitamina C, B y fibra, también folatos y minerales, con un bajo contenido en hidratos de carbono. Tiene propiedades antioxidades y depurativas, además de reforzar el sistema inmunológico. Ayuda al aparato digestivo facilitando la digestión y mejora al funcionamiento del hígado. Las hojas tienen gran cantidad de calcio, vitamina E y provitamina A.
Es recomendable que plantemos los nabos cerca de la col, guisantes, lechugas, espinacas, puerro, remolacha, tomates y pepinos. Pero debemos mantenerlos alejados de el rábano y la zanahoria.
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